AUTONOMÍA Y AUTOESTIMA
Estoy intentando escribir el blog y queriendo explicar dos
conceptos para mí importantísimos. Intento explicarlo, pero cuando lo intento
me viene a la cabeza un recuerdo que me hace ir sacando de ahí las ideas que
quiero expresar.
Es preferible explicar el recuerdo y así se entenderá mucho
mejor.
Hace un par de años fui a mi primer campamento con chic@s
con Síndrome de Down. Eran unos pocos días en los que nos iríamos a un camping
en la playa. En nuestro bungaló estábamos dos monitoras, dos peques y tres
adolescentes. En el resto de bungaloes los demás chic@s repartidos con sus
respectivos monitor@s.
En el día a día yo estaría más pendiente de las adolescentes
y la otra monitora de las peques.
El día empezaba con despertarse, vestirse, ir a desayunar,
lavarse los dientes, actividades, lavarse las manos, comer, lavarse los
dientes, playa, actividad, lavarse las manos, cenar, tiempo libre, ducharse,
vestirse e ir a dormir
¡¡Un campamento como otro cualquiera!!
La pequeña diferencia el tiempo de realización de las
actividades.
Yo dejaba a mis chicas que lo hicieran casi todo ellas solas
sino podían les prestaba ayuda y apoyo. Esperaba
pacientemente a que se vistieran y tardaran más del doble que las peques. Pero
no pasaba nada con ser las últimas a comer porque lo habían hecho ellas todo.
Mantener la atención en lo que estaban haciendo, o cuando le
decías algo que te vieran a la cara para que centren su atención en ti y en lo
que le dices, reforzando lo que habían hecho bien.
Al final del campamento ya era todo complicidad, ya solo le
tenías que recordar, por ejemplo, cuando no sabía que tenía que hacer, qué
tenía en la mano, lo veían y ya sabían que tenían que colocar el neceser en su
sitio.
Pero cuando vinieron sus padres… todo lo que había
conseguido en unos días se quedaría gravado en su cabeza para volver a
utilizarlo en el próximo campamento, ahora tocaba comportarse como un bebé y
que mami y papi le hicieran todo.
En este campamento fue cuando me di cuenta de la importancia
que tienen los centros, las familias y lo que se puede conseguir con la colaboración
entre ambas.
La diferencia fue la “comparación” de las peques con las
adolescentes, la mentalidad y el cambio de las familias que hacen que evolucionen
rápidamente…
De las peques… madre mía!!! Tod@s quedamos sorprendidos, ¡¡¡
hacían la mayor parte de las cosas ellas solas o con poca ayuda !!! y todo eso
siendo su primer campamento y la primera vez que se iban tanto tiempo fuera de
casa, sin nadie de la familia.
Lo bonito de todo esto que nadie se quería ir, en la despedida tod@s lloramos, sólo nos queda en el recuerdo (y en las fotos) lo bien
que lo pasamos, una experiencia inolvidable y gratificante.